La Historia detrás de Amparella Maison
Amparella Maison nace con alma de herencia, con costuras de memoria, y con la emoción de un legado que se transforma en diseño.
No es solo una marca de moda femenina; es la manera de rendir homenaje a una mujer que lo fue todo para mí: mi abuela Amparo.
Ella fue modista desde muy joven, en tiempos en los que coser era más que una habilidad, era una necesidad, una virtud y una forma de amor.
Sus manos eran magia. Transformaban una tela en un vestido con vida. Veía la belleza donde otros veían tejido. En sus tardes, mientras sonaban las canciones de Raphael o Marisol en la radio, nacían pequeñas obras de arte que luego llevaba con orgullo.
No cosía para figurar.
Cosía para dar.
Para cuidar.
Para embellecer.
Crecí viendo eso. Y, sin darme cuenta, esa pasión se quedó bordada dentro de mí.
Durante años, mientras estudiaba Marketing y más tarde me formaba en moda, la idea de crear algo que tuviera su esencia fue tomando forma. Así nació Amparella Maison: de su nombre, de su legado, de su manera de ver la belleza.
La marca nace de la necesidad de contar historias a través de la moda.
No busco solo diseñar vestidos,
busco crear emociones,
vestidos que acompañen momentos importantes.
Que no secuelguen en un armario como prendas más, sino como recuerdos vivos.
Nuestra estética parte del sur —la tierra, los volantes, los claveles, el sabor de lo tradicional—, pero siempre con una mirada moderna, delicada y femenina. El objetivo no es disfrazar, sino resaltar la esencia de cada mujer. Que quien vista Amparella Maison sienta que lleva algo único, hecho con intención, con emoción y con alma.
La firma está pensada para mujeres diversas. Porque la mujer que me inspira no tiene una talla concreta, ni una edad concreta. Tiene historia, tiene presencia, tiene alma.
Queremos que cada prenda se adapte a ella, no al revés.
Detrás de cada diseño hay horas de dedicación.
Desde la elección de las telas —nobles, suaves, ligeras— hasta los detalles de confección, cada pieza está pensada y creada en España.
Cuidamos la producción local, trabajamos con artesanos y talleres que respetan los tiempos, los procesos, la calidad de antes. Creemos en una moda lenta, elegante y con sentido.
Y lo más importante: cada colección nace desde dentro.
No responde a tendencias pasajeras,
sino a emociones, a recuerdos, a raíces.
Como esta primera colección: “Raíces”, presentada en nuestra finca familiar, en la plaza de toros que ha visto crecer generaciones. Rodeados de tradición, de música, de mujeres reales que me inspiran cada día.
Esa es la esencia.
Amparella Maison es mi manera de dar las gracias.
A ella.
A mi familia.
A todas las mujeres que, con fuerza y delicadeza, llenan el mundo de
belleza sin ruido.
Gracias por formar parte de esta historia.
Hoy empieza algo muy grande.
Y tú también estás dentro.
